lunes, 30 de mayo de 2011

Enamorar

Norman Rockwell: Spirit of Education (1934)
Norman Rockwell, The Spirit of Education


Una de las dificultades más presentes en el día a día de muchos docentes, especialmente en la enseñanza Secundaria, es enfrentarse a la falta de interés de su alumnado. Se dice que los jóvenes de hoy en día están especialmente desmotivados. Rafael Argullol, en una interesantísima entrevista en el programa de TVE Tengo una pregunta para mí emitido en Octubre de 2010 y que recupero ahora, decía entre otras cosas que la inteligencia y sensibilidad de nuestros jóvenes son iguales a las de otras etapas históricas. El problema para él es la “falta de pasión”, el profesor debe luchar contra la apatía, ya que sin pasión no puede haber educación. La pasión vincula a maestros y discípulos, hace que en el futuro el maestro se convierta en discípulo y el discípulo en maestro, y es lo que pone en marcha todo el circuito educativo.


Hace unas semanas asistí a un curso sobre Uso práctico de las redes sociales organizado por Promálaga. En él, el estupendo ponente, Juan Luis S. Santos señalaba la necesidad, en el ámbito de las empresas y organizaciones de convertir a sus potenciales clientes y usuarios en defensores y seguidores de sus marcas, en una palabra de “enamorarlos”. Inmediatamente recordé las palabras de Rafael Argullol, y pensé en si era posible trasladar esa idea del mundo empresarial al de la enseñanza. Creo que sí, que es posible conjugar ambas visiones.


Pero enamorar al alumnado requiere un compromiso y un esfuerzo muy exigente por nuestra parte. El propio Argullol recuerda que siempre debemos tener presente que la cultura y la educación nacen de la capacidad de interrogación, de preguntar: a las cosas, al mundo, a los hombres y a uno mismo. Para luchar contra la pérdida de esa capacidad, él ofrece entre otras, dos claves: recuperar creativamente la memoria y evitar la pérdida de profundidad en la lectura. Por mi parte añadiría una tercera: desarrollar el potencial creativo del alumnado a través de nuestra estrategia de trabajo en el aula y fuera de ella. La creatividad no está reñida con el esfuerzo y es un instrumento magnífico para recuperar la ilusión y la pasión.



miércoles, 25 de mayo de 2011

Speaking lessons



La pasada semana, uno de mis alumnos en un curso de inglés de los negocios, se me aproximó para pedirme un cambio en la manera de dar las clases. Su propuesta implicaba darles listas de vocabulario, mandárselas como deberes para casa a fin de que se las estudiaran y  en clase sólo conversación. En su opinión en clase no debería dar ni un sólo papel, nada de ejercicios, nada de gramática y proponía no trabajar en parejas, sólo conversación en gran grupo. La verdad es que me gusta que los alumnos vengan a decirme lo que quieren y necesitan, ya que una puede creer que está haciendo bien las cosas y sin embargo no sea así, básicamente porque en general estamos acostumbrados a tragarnos cualquier cosa y a no protestar por ello. Una crítica siempre escuece, pero es la única manera de mejorar. Y es un buen desencadenante de una reflexión, por lo que he decidido aprovechar para reflexionar aquí sobre las clases de conversación.

Lo cierto es que resulta un poco complicado explicarle a los alumnos/as todo nuestro planteamiento metodológico. El por qué las clases tienen la estructura que tienen, por qué se dan los pasos de determinada manera. No saben que en nuestras clases cada actividad está pensada y tiene un fundamento metodológico. No en vano es antes de la clase cuando realmente yo trabajo, en la preparación minuciosa de mi lesson plan. Esto es algo que siempre les indico a nuestros trainees en cursos como Teaching Club: el profesor trabaja fuera de la clase; dentro de la clase trabajan los alumnos/as. Precisamente nuestro enfoque es puramente comunicativo y que no encaja en nuestro planteamiento dar listas de vocabulario ni mandarlas como deberes que nadie me traería hechos. No hay metodología detrás de ese modelo de clase. Además, en general en los cursos no podemos centrarnos en una sóla de las destrezas. Mi alumno me comentaba que le habían gustado mucho unas clases a las que una vez fué en las que el profesor llegaba a clase y escribía en la pizarra: The cinema. Y entonces pedía a los alumnos que empezaran a hablar sobre el tema, usando las palabras que se hubieran tenido que aprender en casa. No tengo nada en contra de hacer este tipo de clase de vez en cuando, especialmente si se tratara de un curso de conversación y de un grupo reducido. Pero metodológicamente tiene unas grandes carencias y desde el punto de vista del profesor, es indudablemente cómodo.

Voy a exponer aquí algunas de las ideas que nosotros aplicamos en todas nuestas clases, pues en todas hay speaking (no podría ser de otra manera en una clase de inglés):
- trabajo en parejas. Por un lado, en todos los ejercicios hay un momento para comparar respuestas con el compañero/a. Esto les obliga a emplear el idioma y el vocabulario objeto de la clase, reforzando los mecanismos para aprender aquello que estemos trabajando específicamente. Por otro lado, si es una actividad puramente de speaking, o en las actividades de warm-up o lead-in iniciales siempre hay una preparación previa con el compañero/a y posteriormente un feedback grupal, en el que además pido a cada alumno/a que me hable de lo que le ha contado el compañero/a, para fomentar la verdadera escucha activa y además hacer que usen la tercera persona al tener que hablar de otro (que nunca viene mal, esa "s" siempre olvidada). La realidad es que con este modelo, todo el mundo en la clase está hablando a la vez; en el modelo de discusión en gran grupo (toda la clase), sólo un alumno/a habla en cada momento. Maximizo el tiempo poniendo a hablar al mayor número posible de personas a la vez. Además, teniendo en cuenta las dificultades que el alumno tiene para hablar en la segunda lengua, este trabajo previo en parejas les ayuda a perder miedos y sentirse más preparado cuando le toque hablar ante toda la clase.

- Speaking for fluency or speaking for accuracy? Cuando se diseña y planifica una actividad de speaking hay que plantearse de antemano qué vamos a practicar, si la fluidez o la precisión. Esto determina cuándo y de qué manera vamos a corregir los errores: si de forma inmediata (immediate action) o posteriormente (delayed action). El corregir de forma inmediata va en perjuicio de la fluidez que queremos que nuestros alumnos/as lleguen a alcanzar. Si cada vez que comenten un error les cortamos para corregirles, no evolucionarán en este sentido. En vez de esto, será mejor que anotemos los errores para, por ejemplo, hacer una corrección conjunta en la pizarra o bien para tenerlos en cuenta como errores a trabajar en una clase posterior.

- Las actividades de speaking se hacen para poner a los alumnos a usar el vocabulario o las estructuras aprendidos en ejercicios previos. Nada de listas de vocabulario, eso debería estar ya superado. Nosotras abogamos por un listado de expresiones reducido pero que se trabaja en clase a través de la práctica de las distintas destrezas y que se lleva a casa aprendido. Las listas de vocabulario acaban olvidadas en los cajones y no es una manera natural de aprender, por no decir poco motivadora.

-Aprovechar cada oportunidad para poner a hablar al alumno/a. Cada actividad te permite ser una excusa para hacer que el alumno hable. En este sentido reducir el TTT (teacher talking time) se hace esencial, pues son ellos los que han de practicar y no tú. 

- Siempre ha de haber un feedback. La actividad de speaking ha de estar igual de diseñada que una de listening, de reading o de writing. Y ello pasa por un feedback final, léase una puesta en común y una corrección.

Comprenderéis que todo esto no es fácil de explicar así de pronto a los alumnos y que además quizá no sea de su directa incumbencia conocer los engranajes que hay detrás cada clase. Lo importante para ellos, y en definitiva para mí, es que en cada clase aprendan nuevo vocabulario y estructuras y lo practiquen a través de ejercicios que impliquen la puesta en juego de las 4 destrezas básicas de toda lengua. Si al término de cada clase han hablado, usado nuevo vocabulario, escuchado, leido y escrito, yo me voy a casa con la satisfacción de la tarea bien hecha.

viernes, 20 de mayo de 2011

¿Qué hago este verano con el inglés?


En las fechas en las que estamos ya he tenido tres conversaciones con personas distintas sobre este tema. Es normal, se acerca el verano y nos empezamos a plantear si un viaje al extranjero podría ayudarnos a mejorar significativamente nuestro nivel de inglés. "¿Será esta la solución? Me voy un mes a Londres, a Brighton o a Dublín y vengo con la papeleta resuelta, además de vivir una seguramente estupenda experiencia. Me apunto a un curso intensivo de 15 días, bastante caro por cierto, y seguramente podré lograr lo que años de clases en España no han logrado". Del tenor de estas frases podréis deducir que mi opinión al respecto va por derroteros distintos.
Aprender una lengua es un trabajo de fondo, una labor a realizar durante todo el año, no algo que se vaya a lograr en 15 días por muy lejos que te vayas. Viajar es un placer en primer lugar, y, para este fin , un complemento estupendo que puede ayudar, pero principalmente por la motivación que implica la experiencia de verse fuera y compartir unos días inolvidables con un grupo de estudiantes internacionales. Pero es eso: un complemento, una motivación para seguir adelante, una prueba de fuego para verse oobligado a hablar Considero mucha mejor inversión de tiempo y de dinero el tener una rutina de clases a lo largo del año. Un profesor particular es sin duda lo ideal, pero sin duda es también más caro, y el elemento social de unas clases en grupo puede ser igualmente muy positivo. Gastarse el dinero de esas vacaciones en Londres en tus clases semanales durante el año escolar es mucho más productivo y si además estudias, entonces verás realmente los resultados.

Puedes además buscar motivación asistiendo a un grupo de intercambio lingüístico, como los que organiza en Málaga Pachange, una iniciativa estupenda que consiste en  poner en contacto a personas de nacionalidad diversa para quedar cada dos semanas y hablar un rato en una lengua y otro rato en otra, produciéndose así el intercambio. Seguramente en tu ciudad podrás encontrar iniciativas similares.
Otro plan interesante, si lo que quieres es mejorar tus dotes de hablar en público, es hacerte miembro de Toastmasters Marbella, un club cuyo lema es "Give voice to your potential" (da voz a tu potencial) y que te ayudará a mejorar esta destreza de hacer presentaciones en público en inglés.

No es que yo esté intentando disuadiros de salir fuera. Voy siempre que puedo a Inglaterra, desde que tengo 13 años, y viajo con mucha frecuencia porque me apasiona. Lo que intento es concienciaros y motivaros a que mejoréis vuestro nivel de inglés de manera constante, pues de verdad que no hay fórmulas mágicas. Incluso para los que sois profesores de inglés y buscáis un reciclaje o una mejora, esto mismo os es aplicable. Yo me he ido varias veces a Inglaterra a hacer cursos de creatividad para enseñar inglés (de hecho en la foto de arriba me véis en la web de Bell International, Cambridge, donde estuve hace dos años), y la verdad que, aparte de la experiencia de compartir con otros profesores de distintas partes del mundo, no sentí que merecieran mucho la pena profesionalmente (me da mucha pena decirlo, la verdad). Mucho más productivo es estar al día leyendo, viendo series, estudiando, durante el año.Y más me seduce la idea de irte un mes a un país angloparlante a hacer un curso de fotografía por ejemplo, en el que además tus compañeros no sean igualmente estudiantes de inglés con igual o peor nivel que tú, sino gente local, pues me convence la idea de que el aprendizaje es algo que se produce mientras haces algo distinto. 

Entonces, ¿qué vas a hacer tú este verano? ¿y el resto del año?

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miércoles, 18 de mayo de 2011

Recursos interesantes (I): videos

Son muchas las personas que están compartiendo recursos y herramientas interesantes en internet, la verdad es que es un gustazo. Yo hoy voy a referirme al uso de los videos en la clase de idiomas, esto a raiz de un post que he leido en el blog de nuestra alumna y amiga Ana Ramos sobre los spots publicitarios y el valor del uso de los mismos con los alumnos/as.
¿Dónde podemos encontrar videos interesantes para nuestras clases de inglés? La verdad es que los de inglés tenemos una tremenda suerte pues hay muchísimo material, y de calidad, en internet. Yo hoy voy a referirme a dos de mis sitios favoritos para encontrar videos que pueda emplear en clase, ya sea online o presencial:

1) Videojug. Este sitio web contiene todo tipo de videos sobre cómo ser bueno (get good at) en distintos campos. De hecho get good at life es su lema y puedes encontrar vídeos desde cómo comer sushi, a cómo cocinar un típico desayuno inglés o videos muy divertidos tales como cómo besar apasionadamente (que podrás usar dependiendo de la edad tus alumnos/as) o cómo ser el novio perfecto. Los videos están clasificados por categorías tales como belleza y estilo, creatividad y cutura, familia y educación, comer y beber, etc. Hay videos creados por Videojug y después están los videos subidos por los internautas a sus canales y que suelen ser de peor calidad. Lo que más me gusta es que los videos de videjug traen normalmente la transcripción del video, lo cual es realmente útil para realizar actividades relacionadas con el video, tipo language focus y así sacar el mayor partido al material que tenemos. Por supuesto los videos traen su código embed/html que os permitirá incrustarlos en vuestro sitio web/wiki/blog para los alumnos/as que hagan el curso online o como soporte online para el alumnado presencial.

2) Howdini. El lema de este sitio web es get yourself a guru y la idea es igualmente enseñarte a hacer o lograr determinadas cosas, tipo ahorrar agua o pasar con éxito una entrevista de trabajo. Hay distintos "gurús" que te guiarán con sus pautas y también hay entrevistas a especialistas. Todo muy profesional. Los videos están igualmente clasificados por categorías y no sé si en todos, pero los que yo he usado proporcionaban igualmente la transcripción de la grabación. Entre sus categorías tienen por ejemplo la de Green living, que os será muy útil para tratar el tema del medioambiente en clase. Este fué el video que yo usé por ejemplo:




How to conserve water at home
Los videos de howdini ofrecen igualmente la posibilidad de compartirlos en tu web copiando y pegando el código html.

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domingo, 15 de mayo de 2011

Esta semana celebramos...

Este martes 17 de mayo se celebra el Día de Internet, día mundial de las telecomunicaciones y la sociedad de la información, y nos gustaría celebrarlo junto a vosotros/as. Para nosotras, como empresa que imparte formación online y que apoya la mayoría de sus cursos presenciales con soporte virtual a través de nuestra plataforma, este es un día especial. 
¿Qué es para mí internet?
En lo profesional, internet ha sido y es, un elemento clave de nuestro desarrollo como empresa. Gracias a la red, algunos de nuestros cursos cuentan con participantes dispersos en la geografía española y fuera de nuestras fronteras, lo cual es, en primer lugar, mágico y por supuesto es siempre enriquecedor a nivel de la experiencias que aportan los alumnos/as a cada curso. En lo personal, internet principalmente constituye para mí la ventana a través de la cual doy salida a mi creatividad y a través de la cual aporto mi granito al mundo. Me permite usar fácilmente un sin fin de herramientas para volcar mi imaginación y compartirla, así como aprender de lo que otros comparten. Me hace feliz utilizarla, poder estar conectada, poder satisfacer mi necesidad de saber a diario. ¿Y en tu caso? ¿Qué representa internet para tí? Agradeceremos que compartas tu reflexión en un comentario a este post. ¡Feliz día!
Más info sobre el Día de Internet aquí.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Resistencia


Estos días estoy entusiasmada leyéndome un libro en mi Kindle que se llama Do the work, de Steven Pressfield. Me enteré de su existencia leyendo el blog de Angela Maiers sobre el llamado Domino Project y el club de lectura más grande del mundo. Y he querido compartir parte de lo que dice el libro, porque probablemente os llegue y porque es muy aplicable al mundo de la educación y la formación.

El libro comienza hablando de cuáles son nuestros enemigos a la hora querer emprender o crear algo nuevo. La lista es:
  1. Resistencia (es decir, miedos, dudas, postponer, adicción, distracción, timidez, ego, narcisismo, odio contra tí mismo, perfeccionismo, etc)
  2. Pensamiento racional
  3. La familia y los amigos
A continuación empieza a desgranar qué es la resistencia y elabora una lista de actividades que mayoritariamente se topan con esa resistencia:
  1. Atender el deseo o la llamada de empezar a escribir, pintar, hacer música, dedicarte al cine, bailar o cualquier otra forma de arte.
  2. Lanzarse a una actividad empresarial, sea lucrativa o no.
  3. Ponerse a dieta
  4. Atender a tu desarrollo espiritual de alguna manera
  5. Cualquier actividad orientada a ponerte en forma
  6. Cualquier curso o programa destinado a superar un hábito no saludable o una adicción
  7. Formación de cualquier tipo
  8. Cualquier acto de naturaleza política, moral o ética, incluida la decisión de cambiar a mejor alguna forma de pensar o actuar que no nos hace bien
  9. Ayudar a los que lo necesitan 
  10. Cualquier acto que implique un compromiso de tu corazón: la decisión de casarte, tener un hijo, solucionar problemas sentimentales.
 En definitiva, se refiere a cualquier acto que no busque la gratificación inmediata en beneficio de  crecimiento, salud o integridad a largo plazo. O bien, nos dice, cualquier acto que derive de nuestros instintos más altos en vez de los más bajos. Cualquiera de estos actos, desatarán nuestra resistencia. Esa resistencia que es invisible pero que está ahí para apartarnos, distraernos e impedirnos hacer lo que queremos hacer. Por que la resistencia te dirá lo que sea para que no des el paso.

Imagino que esto os sonará. No sé vosotros, pero mil veces me he dicho cosas tipo "voy a empezar a bailar", "voy a empezar a colaborar con alguna ong", etc y de alguna manera lo normal es que no lo hagas en ningún momento. Resistencia es lo que encuentro en mis alumnos/as, todos en edad adulta, en cursos muy diversos en cuanto a contenido y composición. Ni que decir tiene que resistencia es lo que hallo cuando hablo de profesores y nuevas tecnologías. Resistencia a aprender. Que el principal obstáculo está dentro de nosotros no es nada nuevo; pero leer sobre ello siempre remueve. Lo que nos frena a evolucionar somos nosotros mismos, olvidándonos de nuestas necesidades intrínsecas de crear y conectar con nuestra espiritualidad. Crear. No podría vivir sin crear. ¿Puedes tú?

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viernes, 6 de mayo de 2011

Trial and error

Quizás uno de los mayores impedimentos al aprendizaje de idiomas es el miedo al error, a pesar de que tiene un papel clave en la evolución del alumno. Si no nos equivocamos, o quizás peor, no percibimos el error, simplemente perdemos la oportunidad de aprender.
No sé de dónde viene este miedo o el sentido del ridículo que tanto les cuesta perder a algunos alumnos. No soy experta en psicología, pero creo que algo tendrá que ver con el modelo tradicional de la enseñanza en el que el profesor era la autoridad y trasmitía sus conocimientos al alumno “ignorante”, que simplemente los recibía sin cuestionarlos y sin participar. Lo que sé es que ahora a los alumnos les enseñamos a pensar de una forma más crítica, y sobre todo a participar, por lo menos en la enseñanza de idiomas. ¿Cómo podría ser si no? si una parte fundamental del proceso de aprender una lengua es usarla cuanto más posible.
Es más, es todo un proceso de toma de contacto con otras maneras de expresarse, incluso de pensar, de probarlas y adoptar las que mejor te sirven en determinados momentos. Como los niños, nos exponemos a modelos o “trozos” de lengua que finalmente adquirimos tras experimentar y ver si cuela en determinados contextos. Es cuestión de práctica, y mucha. No te quedas con una nueva palabra o un nuevo “trozo” hasta haberlo visto, oído y utilizado varias veces. Si evitamos este último paso por miedo a utilizarlo mal o de que el grupo se ría de nosotros no podemos asimilarlo.
De allí, es fácil ver como este miedo nos supone un reto a los profesores de idiomas. No siempre nos es fácil hacer que el alumno pierda este miedo y pruebe la lengua, sobre todo si piensa que le estás escuchando. Pero no es imposible. Darles cuantas más posibilidades de hablar en clase sea posible, dejar que comparen sus respuestas con su compañero antes de hablar en grupo, y hacer la corrección de forma anónima al final de la clase son todas maneras, entre otras, de favorecer la seguridad al hablar. Asimismo, reconocer la diversidad de la expresión y la variación lingüística, es decir, evitar la idea de que sólo hay una manera de decir algo, pues no es verdad. No hablo de un “todo vale”, pero sí de un espacio donde el grupo aprende a reconocer las distintas maneras de utilizar la lengua y, que en el proceso de hacerlo y ver lo que le permita trasmitir su mensaje y lo que no, termina por aprender.
Aunque entiendo que la sociedad tarda años en adoptar nuevas maneras de pensar, los profesores no deberíamos subestimar el papel que jugamos en este proceso. La enseñanza va mucho más allá que una simple transmisión de contenidos. El “cómo” es tan importante como el “qué”.

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martes, 3 de mayo de 2011

Toma de contacto















“La tarea de la enseñanza probó ser tan ardua para el cuerpo como el espíritu”
Anne Brontë, Agnes Grey, Alba Clásica, 1997: 41


Agnes Grey es la primera novela escrita por Anne Brontë, la más joven y menos conocida de las hermanas Brontë. Su protagonista es una joven que se asoma al mundo exterior a través de su duro trabajo como institutriz. Sus reflexiones, sus ilusiones matizadas con cautela antes de enfrentarse a sus futuros alumnos están también presentes en muchas otras representaciones literarias o cinematográficas. En un polo opuesto al sombrío paisaje victoriano que ofrece esa novela, viene a mi mente la imagen de Julie Andrews dirigiéndose a la mansión de la familia von Trapp en Sonrisas y lágrimas. Caminando con su maleta en una mano y la guitarra en la otra y cantando “I have confidence in me” comienza la escena con un decidido entusiasmo que se va diluyendo a medida que se acerca a la casa y le asaltan las dudas sobre cómo presentarse y ganarse a los niños.

Hemos visto muchas veces en el cine esas escenas de aproximación, esos momentos en los que el profesor dispone sus cosas en la mesa, escribe su nombre en la pizarra y espera impaciente a que el aula se llene. ¿Cómo se traslada ese escenario a la enseñanza online? ¿Cómo se traduce esa anticipación, esa inquietud? ¿Se produce ese mutuo escrutinio inicial, esa mezcla de desconfianza y esperanzas sobre lo que vamos a dar y a recibir?

Creo que sí, al menos en mi experiencia. Los preparativos son similares. La ilusión, esa energía algo nerviosa de los inicios, todo está ahí, a través de la pantalla del ordenador. Los momentos de tanteo se producen igualmente en este tipo de enseñanza. Se reflejan por ejemplo en los primeros contactos: la presentación del curso es más formal, más seria. El tono de la comunicación irá evolucionando a medida que avance el curso. Es importante ir poco a poco, al igual que ocurre en las clases presenciales: observar al grupo, personalizar la comunicación de manera gradual, encontrar el tono adecuado para cada participante en el curso.

Existen pequeños detalles, pequeños cuidados que nos ayudan a crear un ambiente, a ir estableciendo lazos con nuestro alumnado y dentro del propio grupo. Estas son algunas pautas que siempre intentamos poner en práctica:

-personalizar nuestro entorno de trabajo (plataforma, aula virtual) haciéndolo atractivo y reconocible,
-establecer una secuencia de tareas previas al propio contenido del curso
-planificar y diferenciar adecuadamente el uso de los distintos medios de comunicación disponibles (foros, chats, correo electrónico, wikis, blogs)

La tecnología, una vez más, no salva estas distancias de manera automática, pero si tenemos un buen planteamiento puede ayudarnos ¡y mucho! a tender puentes y a crear cohesión de grupo.