sábado, 23 de abril de 2011

La clave está en las instrucciones


¿Quién se lee las instrucciones de algo hoy en día? ¡No hay tiempo! Te compras un nuevo aparato tecnológico, ya sea una cámara, un ebook o un nuevo móvil y no te molestas en leer las instrucciones. ¿Para qué? Ya me pongo yo a trastear aquí y allá y más o menos me las consigo apañar. En definitiva, las instrucciones no están de moda en el mundo de la prisa. Bien, pues resulta que las instrucciones también son un problema cuando damos clase. Se las  subestima, no se dan bien o no se leen bien y ello tiene una repercusión en lo bien/mal que los alumnos completan sus tareas y por ende, en la evolución de su aprendizaje.
 Voy diferenciar dos situaciones distintas que yo suelo vivir con cierta frecuencia:
-         Los profesores no dan bien las instrucciones
-         Los alumnos no leen las instrucciones
Yo soy principalmente profesora de inglés y formo a (futuros) profesores de idiomas en metodología para la enseñanza de segundas lenguas.  Tenemos un proyecto que se llama Teaching Club en el que formamos a profesorado de inglés en técnicas metodológicas, cultura británica, inglés contemporáneo y nuevas tecnologías. El programa se completa con simulaciones docentes una vez al mes, con alumnos reales que vienen de manera gratuita a las clases de inglés impartidas por nuestros profesores en prácticas (los trainees). Año tras año en estos cursos, en las simulaciones se evidencia siempre un problema constante: lo difícil que les resulta a los profesores dar bien las instrucciones. La clave de nuevo está en el lesson plan y en graduar las órdenes que les das a tus alumnos.  Las instrucciones se las estamos dando además en la lengua que están aprendiendo y con la que tienen sus dificultades, de ahí que este tema sea especialmente relevante en la clase de idiomas. Es preciso darlas al menos dos veces, reformularlas si es necesario y lo que riza el rizo es poner un ejemplo. Esto que parece tan simple, dar las instrucciones de manera sencilla, directiva, clara y escalonada, repetirlas y además poner un ejemplo, es para mí, la expresión del buen hacer de un profesor de idiomas.
Más problemática me parece la segunda situación a la que me voy a referir en este post.  Otro de los cursos que nosotras impartimos es el de nuevas tecnologías, ya sea a profesores, padres/madres o en otros sectores. Las actividades se trabajan en una plataforma y están explicadas minuciosamente, paso por paso, para que el alumno vaya siguiéndolas realizando un descubrimiento guiado de las distintas herramientas que se les presentan. Pues bien, esto es cuanto menos un reto. Leer instrucciones no está de moda. Nuestros alumnos/as, por ende, no se leen las instrucciones o, si lo hacen, lo hacen en diagonal, dejándose los detalles por el camino. Esto da lugar a constantes preguntas y una intervención del tutor constante. No pasa nada, para eso estamos, es nuestra labor. Pero nuestra filosofía en educación Digital es promover la autonomía del alumno/a y ante ciertas preguntas nuestra respuesta suele ser: léete por favor las instrucciones de nuevo. Y realmente ha llegado a ser una constante que vemos a diario y que comento con mis compañeras Rocío y Jenny, sorprendidas de la reiteración constante de esta situación.
Por consiguiente, en esta sociedad del acelere en la que leer algo detenidamente y con atención está cayendo en desuso, mi recomendación a docentes y alumnos es: por favor, presten atención a las instrucciones.  Los videotutoriales están ayudando , sin duda en esto de las instrucciones, pero como de momento no hay videotutoriales para todo (aunque la verdad cada vez hay más y son tremendamente útiles) saber explicar bien a los alumnos lo que tienen que hacer es una destreza docente a cultivar, como leer con detenimiento las explicaciones es una competencia más del alumno.

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2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo, mi experiencia personal es que cuando "ahorro tiempo" dando las instrucciones al final se duplica el tiempo que tengo que dedicarle a re-explicar la actividad. Y esas caras de los estudiantes,....que se miran unos a otros, que me miran,...hace falta enfrentarse a unas cuantas caras de perplejidad hasta que se aprende lo importante que son las instrucciones claritas, concisas y cuántas veces hagan falta. ¡Qué buen post!

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  2. ¡Gracias Ana! Pensé que te gustaría. Besos

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