miércoles, 13 de abril de 2011

Enseñar a enseñar

Llevo ya más de diez años dedicada a la enseñanza y qué contenta estoy de haber decidido orientar mi vida profesional a este fin. Yo estudié para abogada y además con gran vocación, pero mira tú por dónde se me cruzó por el camino un curso de inglés jurídico cuando estaba en cuarto de carrera y ahí empezó todo. En los últimos años estoy disfrutando muy especialmente los cursos de formación del profesorado que vengo impartiendo, especialmente los de profesores/as de idiomas y los de nuevas tecnologías. Me encanta poder aportar mi granito de arena en este terreno y quiero creer que lo que enseño beneficiará a muchos alumnos/as de los docentes a quienes entreno en nuevas competencias. Es alucinante pensar que nunca sabes hasta dónde puede llegar tu labor.
En los cursos de metodología de idiomas les descubro a los participantes una manera de hacer las cosas que realmente funciona. Les intento convencer, con todas mis armas docentes y dotes de persuasión, de que adopten cierto procedimiento en su manera de dar las clases. Todo pasa por hacerse su lesson plan para cada clase y nunca llevar una clase sin preparar. Lo cierto es que la experiencia te permitirá apoyarte en lo que sabes y poder hacer una clase de la nada si un día tienes un imprevisto. Pero el buen docente prepara sus clases y, cada paso que da, cada actividad que presenta, está fundamentada metodológicamente.  Sin duda apuesto por un enfoque comunicativo y por tareas, involucrando al alumno/a en el proceso, dejándole ser autónomo y proporcionándole cuantas oportunidades puedo en la clase para que practique la lengua que está aprendiendo. Es realmente impresionante el caso español medio: toda una vida "aprendiendo" inglés pero incapaces de hablarlo. Tengo muy claras las causas y por eso, en mis clases a los profesores/as les insisto en un cambio de enfoque metodológico. Tendemos a reproducir el modelo que hemos conocido nosotros y eso pese a que está demostrado que no funciona. Y lo sorprendente es que se siga reproduciendo el mismo sistema aún en las escuelas e institutos de enseñanza primaria y secundaria. En fin, que me desvío de lo que inicialmente pensaba escribir en este primer post introductorio, pero es que este tema da para mucho.
El otro curso que disfruto mucho últimamente impartiendo es el de nuevas tecnologías para profesores/as. Abrir este mundo a los alumnos/as, con todas sus posibilidades creativas es una experiencia única y muy satisfactoria para mí. Ver el cambio acaecido en los alumnos/as no tiene precio. De nuevo nos encontramos aquí con una gran carencia en el profesorado. Y es por eso que apasionadamente intento llevármelos a mi terreno, convencerles de lo positivo de las nuevas tecnologías y encender en ellos la mecha de la curiosidad, dejando un lado los miedos y bloqueos antes estas nuevas herramientas. 

Voy a cerrar este post con una frase que yo les digo en clase de nuevas tecnologías: las nuevas tecnologías no reemplazarán a los profesores/as, pero aquellos profesores/as que no se actualicen tecnológicamente serán reemplazados. En cualquier caso, es nuestra misión enseñar bien, hacer bien nuestra labor. No quedarnos estancados es esencial, es parte de la salsa de la vida, vivir nuestra labor diaria con pasión y con curiosidad. No dejar de evolucionar, de cambiar la manera de hacer las cosas cada año. Yo lo intento hacer, por mí, por mis alumnos/as y porque en definitiva trabajo en el sector privado y pienso que hay que distinguirse de la competencia haciendo simplemente bien las cosas. Yo hace tiempo que firmé conmigo misma este compromiso, ¿y tú?







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