jueves, 21 de julio de 2011

Monitorizar

Lo sé, un título algo extraño para una entrada en un blog de educación. Monitoring en inglés, es una de de mis estrategias docentes aliadas para seguir el progreso de mis alumnos en clase y asegurar mejores resultados y que consiste sencillamente en observar de cerca a los alumnos/as mientras trabajan, circulando por la clase de alumno en alumno. Me explico. En las clases de idiomas en las que yo he sido alumna a lo largo de mi vida, lo normal era que el profesor planteara una tarea y se sentara a esperar a que los alumnos/as terminaran para corregir después el ejercicio en voz alta. Esto, en la mayoría de los casos no ha cambiado a día de hoy. Pues bien, tal y como enseñamos a nuestros teacher trainees en Teaching Club, una vez que hemos dado las instrucciones sobre una tarea determinada, monitorizar a los alumnos es una herramienta fundamental para:
  • asegurarte de que los alumnos/as han entendido bien las instrucciones y están haciendo el ejercicio correctamente. En clase es frecuente que los alumnos no hayan entendido bien qué hay que hacer, por el motivo que sea. Y en general, de nada nos sirve preguntar : "¿habéis comprendido?", porque normalmente la respuesta va a ser "¡sí!" ya sea por vergüenza a admitir lo contrario o porque realmente crean haber entendido las instrucciones. Monitorizar el desarrollo de la actividad nos permite localizar a alumnos perdidos en la tarea y reconducirlos para el desarrollo exitoso de la misma.
  • controlar la evolución de una actividad. Esto es: saber cuándo la mayoría han terminado el ejercicio y es tiempo para proceder a la corrección. En este sentido a veces nos dejamos llevar por los alumnos/as que terminan primero y es preciso atender al grupo en general. Monitorizar te permitirá encontrar un balance entre los distintos ritmos de realización de los ejercicios de los alumnos/as a la hora de decidir cuándo empezar a corregir.
  • localizar dificultades y errores que luego debamos trabajar. Cuando los alumnos trabajan en parejas o grupos, por ejemplo en una tarea de speaking, el monitorizar el desarrollo nos permite encontrarnos con errores y para luego trabajar sobre los mismos en el momento del feedback o en clases posteriores.
En definitiva, no se trata de ponerles un ejercicio y esperar plácidamente a que lo terminen para después corregirlo sin haber prestado atención a la evolución, al proceso, a las dificultades encontradas, a los errores que persistentemente cometen. Si el aula te lo permite, mi consejo es no sentarte y deambular sigilosamente entre los alumnos/as. Ellos con frecuencia aprovechan además tu paso para hacerte nuevas preguntas o solicitar tu ayuda para aclarar dudas. Y ese es tu trabajo. Yo me siento en mi silla para corregir o para charlar con ellos, ahí no permanezco de pie, sino que me pongo a su altura. Pero mientras trabajan yo también lo hago y lo hago monitorizando su progreso.

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