miércoles, 22 de febrero de 2012

Formación con corazón


Esta semana he decidido adoptar esta frase como nuestro eslogan. Creo de manera honesta que nos refleja estupendamente, pues ponemos nuestro corazón en todo lo que hacemos. Sin ir más lejos, esta semana acabo de terminar de impartir un módulo de Derecho de Nuevas Tecnologías dentro de un curso de FPO de Diseño Gráfico en Málaga. Mi idea ha sido, como suele serlo, enseñar Derecho como si impartiera una clase de idiomas, incorporando todo su dinamismo y enfoque por tareas para que el alumno no sea nunca una pieza pasiva, sino que participe y logre, por medio de dicha participación, un aprendizaje significativo de los distintos conceptos. Esto es aplicable a cualquier materia y en Derecho es un arma estupenda para superar lo ardua que es la materia. A tal fin preparé fotocopias atractivas, me curré las imágenes y desde luego me curré los ejercicios. Podéis ver aquí un ejemplo del tema de Propiedad Intelectual que he subido a Issuu.

Al terminar el módulo, el último día, me vi en la obligación docente de dar una llamada de atención a los que habían sido mis alumnos/as durante sólo cuatro días. Antes de esa última clase debatí conmigo misma si debía o no meterme en camisa de once varas, pues no sabía si merecía la pena involucrarme con unos alumnos/as con los que tan poco tiempo había estado y temía la repercusión que mi comentario y consejo podría tener en las valoraciones que ellos hagan en el oportuno cuestionario de calidad. Pero ahí que me lancé. 

Me explico: el grupo era bueno en general, pero totalmente inmerso en la dinámica típica de los cursos de desempleados de 6 horas diarias durante meses. Desde mi óptica, en estos cursos es frecuente que reine una cierta apatía y más cuando se trata de clases que conllevan que cada alumno/a esté trabajando con un ordenador. Ya el primer día, tuve que pedirles el favor de que suspendieran sus ordenadores mientras yo daba mi clase, pues eran varios los que no me atendían y seguían a lo suyo con su PC, mostrando una cierta falta de respeto. En general, todos han trabajado muy bien, pero previo a cada ejercicio tenía que escuchar quejas tipo: ¡esto es mucho! ¿todo esto tenemos que hacer? Sé batirme bien el cobre en estas situaciones y me voy con la satisfacción del trabajo bien hecho, pero no deja de ser fuerte que te digan, aunque con buenas maneras, que menos mal que ya no tienen más clases contigo. Sé que el tema no les gustaba (¿a quién le gusta el Derecho?), pero lo cierto es que, tal como les dije, no me parecía una actitud adulta propia de una persona que en teoría está buscando trabajo. No son precisamente las cualidades mostradas las que yo buscaría a la hora de contratar a alguien. Cualquier pequeño esfuerzo se encontraba en general con su oposición (salvo honrosas excepciones) y no he visto un espíritu curioso y proactivo que serían características necesarias para que estos alumnos/as, todos desempleados, encuentren un trabajo.
Porque formo con el corazón preparé mis clases de la forma que habéis podido ver. Porque formo con corazón, decidí mojarme y darles mi opinión sincera sobre una actitud que creo no les beneficia, asumiendo el riesgo de decir tales cosas a personas adultas. ¿Qué tipo de formación es la que tú quieres?
Si te gustó este post quizás también te guste leer...
Alumnos que importan
Educared (I): La pasión de Sugata Mitra
La educación en la era postdigital
Resistencia 
Enseñar a enseñar
Responsabilidad social corporativa
La clave está en las instrucciones
¿Qué hago este verano con el inglés?Crisis de atención, el gran obstáculo
 2898/5052/8055

4 comentarios:

  1. ¡Qué razón tienes Lola! Lo más lamentable es que casi siempre son esos mismos que se quejan tanto de todo y menos se esfuerzan los que más protestan después porque no encuentran trabajo.

    Es una pena que no se fomente entre los jóvenes la necesidad de esforzarse y trabajar duro para obtener su recompensa. Es más fácil dedicarse a la ley del mínimo esfuerzo mientras esperas que te caiga un trabajo del cielo o a travès del enchufe de turno.

    Yo creo que hiciste bien, aunque lo deseable sería que llegue el día en que no se den más estos casos y no tengamos que seguir planteándonos estas cosas.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Precisamente en eso está tu ventaja competitiva. Gracias como siempre por tu generosidad al dejarnos tu comentario. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Pues yo Lola, tengo que darte las gracias como alumna tuya, también de un curso para desempleados de 6 horas diarias, ya que has conseguido que un tema tan arduo, como tu bien comentas, como es el módulo de legal environment, lo has impartido de una forma muy dinámica y amena. Para mi eres un ejemplo de como se debe impartir hoy en día la formación, de cualquier tipo de materia. Estoy convencida que en los cuestionarios de calidad de nuestro curso vas a sacar matrícula de honor. Muchas gracias.

    ResponderEliminar
  4. ¡Gracias Virginia! Me da mucha alegría que me escribas, es un gusto daros clase, la verdad. Un abrazo y mil gracias por tu generosidad.

    ResponderEliminar